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InicioEscritoresAgustina Bessa-Luis
Si el estilo naif pudiera aplicarse a la literatura, respondería que este tipo de preguntas hace tiempo que ha dejado de interesarnos a los veteranos.
Aunque sea un ejercicio de memoria con flores y paisaje, escribir es algo que tiene que ver con lo autodidacta, con aquello que hacían las damas suecas en el siglo XIX o la abuela Mosés, una síntesis de buena educación, una forma de desarrollar la personalidad y de dejar una buena impresión a los nietos. Pero no es esto.
Para mí no es esto. Por eso provoco la irritación de mi público e incluso de los lectores ocasionales, aquellos que me encuentran en un artículo o en una entrevista.
Francamente, escribo para molestar, inquietar al mayor número de gente posible con el máximo de inteligencia. Por narcisismo, que es un factor civilizador. Para ganarme la vida y figurar en el Larousse con el mismo realismo utópico que se le aplica a Mme. de Pompadour. Ella, que era pequeña y graciosa, nos es presentada como grande y bien hecha. La fama de una persona altera el punto de vista igual que el amor fabuloso y que el erotismo pedante.
Escribo para desilusionar merecidamente, que es una forma de que los demás te recuerden con virtud.
Además, quiero explicar por qué los portugueses se resisten en cierto modo a responder a estas preguntas. Representamos a un pueblo muy antiguo que no considera como cultura el dinamismo profesional. La pobreza no nos obliga a ser obtusos ni a obedecer a los modelos de la sensibilidad pueril.
Escribir es conmover para alejar la angustia y hacer más leve el miedo, que los pueblos sienten siempre como una fusión de laboratorio, cada vez más sofisticada. Pienso que el escritor que tiene más éxito (no de librería, sino de integración social profunda) es aquel que protege a los hombres del miedo: por audacia, delirio, fantasía, piedad o deformación. Pero por qué se escribe, exactamente no se sabe. Pues la precisión poética de un acto humano no se corresponde totalmente con su evidencia. Se ama la palabra, se utiliza la escritura, las cosas despiertan del silencio en el que han sido creadas. Después de todo, escribir es un poco corregir la fortuna, que es ciega, con la alegría de la naturaleza, que es previsora.
Agustina Bessa-Luis
Portugal
Nace en Vila Mea en 1922. Es autora de una amplia obra, que se caracteriza por una visión simbólica del mundo. Destacan: Dientes de ratón [Ed. Alfaguara], La sibila [Ed. Alfaguara] y Cuentos impopulares [Alianza Ed.].