Jorge Amado

Primero, para responder a una necesidad interior, a una vocación invencible; aunque quisiera, me sería imposible no escribir. Los temas, los personajes, los ambientes se imponen y la necesidad de ponerme ante la máquina de escribir se vuelve imperiosa: así es como nace la novela.
Por otra parte, escribo para ser leído, influir sobre la gente, y contribuir a la modificación de la realidad de mi país, creando para el pueblo que sufre la perspectiva de una vida mejor, y levantando alto las banderas de la lucha y de la esperanza. Pienso que la literatura es un arma del pueblo y que el escritor es el intérprete de los deseos y de las luchas de su pueblo. Es así como he intentado actuar en la concepción y en la realización de mi obra de novelista.

Escrita a lo largo de más de cincuenta años, mi obra guarda, en su diversidad formal, una perfecta unidad que es el resultado de la posición del autor ante la vida y la realidad brasileñas: al lado del pueblo, contra los enemigos del pueblo. Es decir, se inscribe dentro de una lucha infatigable a favor de la libertad, contra la opresión, contra los prejuicios, el racismo sobre todo, el más monstruoso de todos, contra la violencia de clase, la explotación de los trabajadores, los latifundios, el feudalismo y el capitalismo que se hallan entremezcladas en la economía brasileña. A favor de una sociedad civil contra las dictaduras militares o del tipo que sean. A favor de una coexistencia armoniosa entre lo colectivo y lo individual. Esas son las líneas maestras de mi obra, en la que el pueblo brasileño ha sido el héroe permanente, y jamás vencido.

Jorge Amado
Brasil
Nace en Bahía en 1912. Es el escritor de los marginados, de los pescadores y de los trabajadores de su tierra. Entre sus obras: Gabriela, clavo y canela [Ed. Península], Capitanes de arena [Alianza Ed.], Los ásperos tiempos [Ed. Bruguera].